El bosque estaba ahi, el camino rural me llevaba a la aldea añorada, a medida que avanzaba parecia que los robles y castaños se unian detras mio, construian una barrera, alli me protegerian.
Todo era verdes y castaños , el rojo era mi sangre palpitante al fin habia hallado mi sitio, sin mirar hacia atras caminaba anhelante, no valia la pena mirar solo un bosque cerrado se veria, en cambio hacia adelante se filtraba la luz entre esos arboles seculares y formaba siluetas sobre el camino de tierra.
Segui caminando, no sentia cansancio, solo ansias por llegar, imaginaba la casita a la vera del camino, frente al bosque, era de dos plantas, debajo cocina y otras dependencias , arriba ambos estudios y nuestro cuarto.
Si los estudios nos darian cierta libertad en nuestra elegida intimidad, ambos por cierto demasiado libres, demasiados voraces de vida plena , no invadirnos era uno de nuestros lemas ser felices, el otro. Ya terminaba el camino, la casa estaba alli el druida tambien, esperando junto a él aquellos tres perros.
Ese ultimo trecho lo hice a la carrera me abrace fuertemente a ese pecho amado, él dulcemente acaricio mis rulos, y beso mi frente, al fin estamos juntos mi amor dije a su oido, todo parecia ya maravilloso, ya no habria miedos ni soledad, estaba junto al druida ya podria descansar.
De pronto una sirena hirio la noche, la ambulancia llevaba el cuerpo de esa mujer que gritaba atada a la camilla:!
!SOLO DEJENME SOÑARRRR!!!! DEJENME SOÑAR!!!!.
Mientras el medico aplicaba un nuevo sedante la mujer lucia la mejor de sus sonrisas al sumirse nuevamente en el letargo mientras el medico musitaba :
¡¡¡pobre loca!!!!.
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