martes, 7 de diciembre de 2010

Esta Semana, una incidencia…

Comienza con un nudo más abajo del pecho. Ya lo siento armándose, acomodando sus ventosas entre mis vísceras. Éstas lo reconocen como un cuerpo extraño e intentan expulsarle (me harían un gran favor) pero esta visita insiste en su torturante presencia.
No quiero sentarme en el estrado, me siento denigrado al intentar defender mi calidad de padre, hombre y, al fin, de ser humano.

Los caminos de la vida sí que son extraños. Después de tantos años de lucha, de pronto, de la nada, me dicen: " No has servido ni un carajo como ser humano". Sentencia que no alcanzo a entender cuando me viene otra: “ Como no has sido nada, pues te quito todo".

¿Perdón, todo? ¿Todo, qué? Me quitarás lo material, pero todo, amiga (perdón, ex amiga mía) eso jamás. Me quedo con lo que menos has valorado, ya rescataré lo demás. Me quedo con la satisfacción de verte hoy elevada hasta dónde estás gracias a mi esfuerzo. Me quedo con la otra mejilla intacta, la que no alcanzaste abofetear. Me quedo con el cuello que un día apretaste a morir aún intacto. Al final, me quedo conmigo que, aunque intestaste destruir de la única manera que sabes (económica) nunca lo lograste.

Esta semana me enfrentaré por última vez contigo y tus egoísmos. Sé que tus poderes fácticos son más poderosos que los míos (que no tengo). Sé que voy desnudo ante ti. Sé que eres una gran profesional que goza de fama e influencias. Sé que quizás el juez me mire y te crea a ti. Me arriesgo, tal como lo hice el día que pensé que solo estaba mejor.
Sí, más pobre, sí. Perdiendo todo lo que una sociedad capitalista de mierda da, pero esa vez, como hoy, me rescato de seguir siendo una sombra para comenzar a brillar por mi cuenta.

Voy solo con mi verdad a sentarme ante todos, responderé preguntas indiscretas y de las otras. Tu abogado me hará trizas, lo sé. Sé que me temblarán las manos, la voz y los ojos.
Solo me apoyo en las tres fortalezas que tengo. Sin saber, me dejaste lo más importante que la vida nos dio y que estúpidamente jamás descubriste.

No hay comentarios: