Jeanne Hébuterne

La historia de esta mujer es una historia trágica.
Fue el gran amor de Modigliani o por lo menos el último, porque el artista tuvo una vida sentimental bastante movida. La conoció en 1917, cuando ella contaba solo 19 años y era estudiante de Arte. Se enamoró locamente de Modigliani y a pesar de la oposición de sus padres, que consideraban al pintor como un depravado, abandonó la casa paterna y se instaló con él en Montparnasse. Era una joven bella y callada. Ella misma pintaba y dibujaba y seguramente habría desarrollado un gran talento. Sirvió de modelo a su pareja en multitud de ocasiones y tuvo con él una hija en 1918.
Pero Modigliani no estaba bien de salud debido al estilo de vida que había llevado y peor aún era su situación económica. Tanto es así que tuvieron que dejar a su hija en un orfelinato para asegurarle unos mínimos cuidados.
En 1920 Modigliani muere de meningitis tuberculosa. Jeanne, que se encontraba embarazada de nueve meses, se suicida tirándose por la ventana de un quinto piso dos días después.
Modigliani fue enterrado en el cementerio Père Lachaise, Jeanne en el cementerio de Bagneux, después de que dos amigos de Modigliani la velasen durante toda la noche en el estudio del pintor para evitar la presencia de ratas. Al parecer los padres de la joven se desentendieron totalmente del cuerpo de su hija.
En 1930 la familia Hébuterne permitió que los restos de Jeanne fuesen trasladados a la tumba de Modigliani.